"En cierto modo, la vida es como el jazz... es mejor cuando improvisas".
George Gershwin

Richard Allen Mitchell, 13 de marzo de 1930, fue un trompetista estadounidense de jazz, rhythm and blues, soul, rock y funk, y compositor. Grabó muchos álbumes como líder y acompañante para los sellos discográficos Riverside, Blue Note y Mainstream Records.

La carrera profesional temprana de Mitchell comenzó, tocando la trompeta en varias bandas de R & B, incluida la dirigida a mediados de los años cincuenta por Earl Bostic. Un poco más tarde trabajó brevemente con Cannonball Adderley en Nueva York, y luego se hizo un nombre como miembro del quinteto de Horace Silver, donde su juego lírico y su hermoso timbre complementaban perfectamente el toque simplificado y emotivo de Silver, este compromiso estableció la reputación de Mitchell como gran trompetista.

Cuando Horace Silver disolvió este quinteto en 1963, Mitchell formó su propio grupo, empleando a la mayoría de sus compañeros músicos, con el lugar de Silver ocupado por un casi desconocido, Chick Corea. Cocinando un jazz que, en última instancia, era infeccioso, estaba completamente aromatizado con soul y swing, pero carecía de toda pretensión. Esta banda continuó hasta el final de la década, cuando Mitchell se unió a la banda que respaldaba a Ray Charles.

Era conocido como un interprete altamente lírico y de swing duro, con una destreza artesanal y dueño de un tono claro y directo, ligeramente oscilante que encajaba perfectamente con el estilo de hard bop de la etiqueta Blue Note de la década de los sesenta.

Extrañamente, su debut como solista para el sello Blue Note no fue publicado hasta diecisiete años después de su grabación. Elegante y absolutamente imprescindible, Blue Mitchell aparece acompañado en esta ocasión por dos notables espadas del jazz como Joe Henderson y Herbie Hancock que acababan de firmar con el mítico sello neoyorquino.

Acabamos de disfrutar del último corte del disco, “Step Lightly” y la canción se llama “Bluesville”. La esencia de Blue Mitchell se aprecia en su interpretación auténticamente blues, directa y llena de “alma”.
Con “The Thing To Do”, Blue Note 1964. Mitchell nos atrapa con la variedad rítmica y estilística de las diferentes canciones que componen este trabajo.


Disfrutaremos de la canción que da titulo a este álbum, “The Thing To Do” una composición del saxofonista Jimmy Heath que consideraba a Blue Mitchell uno de los trompetistas más melódicos de su generación. La canción nos recuerda los tiempos en los que el trompetista estuvo trabajando con Horace Silver, una sección de vientos perfectamente ensamblada con el saxofonista Junior Cook que da paso al virtuosismo pianístico de un Chick Corea que empieza a dar muestras de su notable genio.


Avanza la década de los sesenta, y en 1966 publica “Bring It On Home To Me” del cual destacamos “Blues 3 For 1”.

 



Otro tipo de sentimiento de blues se explora en esta canción. Es un ritmo de vals y el bateria crea un espléndido tiempo 3/4 lleno de vida. Todos los solistas entran en una especie de tristeza melancólica, una expresión lánguida y reflexiva que revela todas las entrañas del blues.


Collision In Black, 1968, manifiesta un cambio notable en la carrera del trompetista. Su música, se electrifica y adopta un sonido de soul-jazz aún más funky que continuará explorando con excelentes resultados.



Para mi es un placer hablaros de este grandísimo disco, denostado por algunos “puretas” del jazz. Si nos seguís, podréis reconocer la canción que vamos a escuchar porque la he usado de cabecera en alguna ocasión.

“Swahili Suite” es una canción que reconoce las raíces y Mitchell parece estar rindiendo homenaje directo a la influencia africana en el jazz moderno. Todos los elementos de una canción de éxito están aquí: contrapunto efectivo, una fuerte percusión de balanceo y una línea melódica ligera pero poderosa. La guitarra proporciona ese ímpetu, creo, en Swahili Suite que te hace viajar a una tierra mágica.

Para mi, esta canción entronca directamente con bandas actuales como El Michel’s Affair, The Budos Band, Ikebe Shakedown, entre otras.


Al año siguiente, otro trabajo digno de mención es su álbum “Bantu Village”.
Blue Mitchell realiza un viaje imaginario a un lugar donde el aire no está contaminado por el progreso, la tierra es suave y cálida, y promete la perpetuación de todas las cosas que viven.

En sus propias palabras... 
“Un lugar que deseo que conozcáis. Voy a crear una imagen que os transportará al corazón donde el sonido se encontró con el ritmo, se casó y dio a luz a la música. Luego seguiré el proceso de evolución y lo traeré todo al presente.”

Es en esta época cuando, Mitchell comienza a trabajar con Ray Charles como músico de su banda. Algo nuevo se aproxima en el horizonte... Pausa
Para mi la canción que váis a disfrutar tiene cierto toque mágico y me recuerda cuando era pequeño y disfrutaba de Barrio Sésamo...

Los años setenta suponen un cambio de sello discográfico y un giro de nuevo en su carrera, que le llevará a enfrentar nuevos retos...

Es, en esta época cuando se asocia con John Mayall, al cual dedicamos un programa, colaborando activamente en el éxito de algunos los discos más emblemáticos del artista británico, entre ellos el celebérrimo: "Jazz Blues Fussion" o el magnifico disco en directo "Movin’ On".

Blue Mitchell tocando en directo con John Mayall...


The Last Tango = Blues, Mainstream Records, 1973. Traduce el enfoque directo, soul y hard bop de las sesiones Blue Note de Blue Mitchell en los sesenta, en la gramática inspirada en funk del jazz de mediados de los setenta.

Junto con el guitarrista David T. Walker, el bajista Chuck Rainey, el organista Charles Kynard y el bateria Paul Humphrey. Mitchell se concentra en lecturas directas pero imaginativas de éxitos pop contemporáneos como "Killing Me Softly with His Song" y "The Message”.

Los arreglos vibrantes subrayan aún más la conexión del álbum a la radio e incluso las bandas sonoras de las películas blaxploitation de los setenta, pero las actuaciones son estrictamente de siguiente nivel, completadas con algunas de las trompetas más feroces de Mitchell.  “Soul Turn Around” es el primer corte de este grandísimo disco...

“Many Shades Of Blue”, 1974. Es su tercer larga duración que presenta en el sello Mainstream Records, y bien se puede decir que es un álbum poderoso que despliega un arsenal súperfunk, del cual han bebido muchas bandas. La formación española “Alcohol Jazz” creo que debe muchísimo la aparición de surcos tan marchosos como este pedazo de disco. Apenas apreciado por la crítica, para mi es un alegato de toda una época.





Es necesario decir que un instrumentista tan dotado y conmovedor con un tono completo y rico, sus frecuentes excursiones fuera del jazz nunca le hicieron bajar la calidad de su trabajo. En esta ocasión los arreglos orquestales corren a cargo de Dave Matthews, arreglista y líder de la banda de James Brown. Vamos a disfrutar de dos temazos de este álbum único... “Where It's At” y “Beans And Taters”... Superfunk... Super Cool...

En “Graffiti Blues”, Blue Mitchell recupera a un gran guitarrista que ya hemos escuchado anteriormente en El Club del Vinilo. Freddie Robinson, al cual dedicaremos un programa para recuperar su figura.

“Graffiti Blues” da título al álbum y será el temazo que vamos a disfrutar...

La música de Blue Mitchell tiende a pasarse por alto hoy, quizás porque nunca se distinguió vívidamente de la multitud, a pesar de su talento innegable. Era el momento de sacar del desván, esos viejos vinilos desempolvarlos y acercarlos a vuestro corazón para que disfrutéis de una música única e imperecedera.










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