“El arte sobre todo es un estado del alma”
 Riley B. King





Es agradable volver a las raíces. Es como regresar al hogar donde siempre te has sentido cálido y confortable.
Mi afición de coleccionista de vinilos se despertó en mi adolescencia, fui atrapado por un estilo de música que me hacía viajar a lugares ignotos y que estimulaban en mi un entusiasmo y una voracidad por conocer más y más a todos estos artistas.
Su música era fruto del sufrimiento de una raza, pero también del amor y de su peculiar manera de vivir la vida. Su vida transitaba en la carretera. Sus sueños y anhelos se manifestaban en canciones prodigiosamente adictivas.
La personalidad de su estilo musical es inabarcable. Es un árbol que ancla sus raíces profundamente en la tradición popular, y su origen es mítico. De este árbol han crecido ramas que en si mismas se han trastocado en indudables corrientes musicales de los cuales sus frutos siguen haciéndonos disfrutar a día de hoy.

No es difícil adivinar, cual será nuestro cometido hoy...
Vamos a encontrarnos en un cruce de caminos con los Tres Reyes...

 Y les dejaremos que nos vuelvan a seducir con su genio...
 El viaje comienza.
Hoy, vamos a pintar nuestra alma de azul...
Las tristes sombras caen... Casi como un cuento de Dickens, o una película de vaqueros...
Nuestros tres protagonistas constituyen por si mismos un triunvirato sobre un estilo musical muy concreto... Sí, hablamos del Blues. Y, sin su vigorosa y vital aportación la historia de este género musical habría sido desde luego muy diferente.

Los tres emergieron como auténticos faros en una época absolutamente sideral en la música, finales de los años sesenta. Justo cuando pintaba peor. Los jóvenes afroamericanos no se identificaban con su música, que recordaban tiempos muy amargos y sentían una profunda reafirmación de su raza, eran los años de la lucha por los Derechos Civiles. James Brown lo rompía con su “I’m Black And Proud”. Unos peludos ingleses, casi igualmente desarraigados hicieron suyo el lamento del Blues, y su historia cambió.

Su descubrimiento fue tras un largo recorrido de actuaciones y giras por todos los tugurios de Estados Unidos, luchando por divulgar su innato talento. Su indiscutible maestría influiría sin ningún género de dudas a los más grandes héroes de la guitarra eléctrica. Michael Bloomfield, Jimi Hendrix, Peter Green, Gary Moore, Johnny Winter, Mick Taylor, Eric Clapton, Stevie Ray Vaughan, entre muchos otros.
Algunos, ya lo supondréis...
Hablamos de Albert, Freddie y BB King.
Contaros que en 1970, BB King nos regala un disco que para mi es absolutamente delicioso. Una producción del gran Leon Russell y con unas colaboraciones de lujo, Carole King y Joe Walsh de los Eagles. Nos deja un corte final con unos coros que te llevan al cielo, y un piano con un toque sureño innegable.
Cuando escuchas a un artista con la energía, fuerza y poder de engancharte desde el primer compás sólo puedes decir... Wow!!! Pero como lo hace!!!
Desde luego que el señor Freddie King lo borda en este disco y otros dos más que sacó en el sello Shelter. Todos producidos por Leon Russell, como en el disco de BB King de antes.
En 1967, un disco cambiaría el rostro de la música americana, modernizando el blues, marcando el punto divisorio del blues moderno, el momento en el que la música fue rescatada de caer en la oscuridad.
Merece la pena disfrutar de una de sus canciones menos conocidas. “The Hunter”.
Y qué decir de esta canción de Freddie King, Pack It Up. La pulsación del bajo redonda y un riff increíble de clavicordio y la fuerza arrolladora de su voz, entregando una energía absolutamente impactante. Te hace bailar... es una clara fusión de blues y funk setentero.
Siguiendo con esta corriente BB King nos regala un tema absolutamente groovie con el primer corte de la cara B de su disco Live & Well, Bluesway, 1969. Un álbum que nos muestra dos facetas de BB King, la primera cara es una grabación en directo en el club Village Gate, y la segunda cara es una grabación en estudio, que realmente es lo más destacable del disco.
Destacar la participación en la canción que vamos a escuchar del pianista Al Kooper que acababa de grabar el mítico Super Session con Michael Bloomfield y Stephen Stills.
Pero lo que me deja sin aliento es el bajista con un currículo impresionante y el buen rollo rítmico que aporta, su nombre... Gerald Jemmott. Con estos mimbres, BB King lo tiene hecho...
Pocas grabaciones muestran al maestro de la Gibson ES-335, también conocida como Lucille,tocando una guitarra acústica. Toda una historia, el nombre de su guitarra.
Es histórica esta grabación pues en el disco BB King in London une fuerzas con lo más granado del blues británico. Se pasearon en las sesiones de grabación músicos de la talla de Ringo Starr, Peter Green, Jim Gordon, Dr. Ragovoy aka Dr. John y The Mistery Shadow aka Stevie Winwood. Estos dos últimos aparecen con seudónimos por cuestiones comerciales. Y la canción que vamos a disfrutar es realmente única pues nos presenta al padre del blues moderno que es BB King con el que es considerado uno de los padres del blues de ojos azules, o británico. Alexis Korner... Disfrutad de Alexis Boogie....
Por ultimo, sería interesante recordar a Don Nix productor de este disco y un músico que deberíamos descubrir desde aquí. Una de las figuras más oscuras del soul y rock sureño y autor de la que para mi es la mejor canción de Freddie King, “Going Down”.

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